Cuando iniciamos la práctica deportiva o empezamos a ejercitar un musculo en concreto, es normal tener agujetas. Las podemos evitar de la siguiente forma.

-¿Qué son las agujetas?
Sobre su origen se han hecho muchas teorías, y ciertamente, los especialistas aún no saben 100% con seguridad su origen. En un principio, se pensó que ese dolor post-entrenamiento, era causado por la formación de diminutos cristales de ácido láctico que se liberaba en las fibras musculares debido al estrés al que sometemos a nuestros músculos. No obstante, la teoría más respaldada ahora indica que el origen de estas esta en micro-roturas musculares producidas en la realización del entrenamiento.

-¿Cómo y por qué tenemos agujetas?
Tenemos como base que las agujetas son algo normal que sucede prácticamente a todas las personas después del entrenamiento. No es indicativo de haber eficiente. Únicamente responde al hecho de pedirle a nuestro cuerpo un esfuerzo del que no tiene costumbre y nos responde así. Estas suelen aparecer en las 24-48h después de realizar el entrenamiento, en condiciones normales, desaparecen gracias al reposo y la correcta nutrición. No obstante debemos estar atentos y saber distinguirlas de una posible lesión causada por el ejercicio.

 

 

-¿Cómo evitarlas?
Es difícil evitarlas cuando empezamos a hacer ejercicio o cuando reiniciamos la práctica deportiva, pero si podemos hacer que nos sean menos molestas.

>Empezar siempre de forma progresiva: Darle tiempo al organismo a acostumbrarse a que tipo de ejercicio le pedimos y los músculos implicados conozcan la técnica.
>Calentamiento: Poner el cuerpo listo para empezar a rendir. Realizando ejercicios de movilización de las articulaciones evitaremos agujetas y lesiones.
>Estiramientos: Al finalizar la sesión de entrenamiento, no olvides la vuelta a la calma, y como al inicio, de forma progresiva, estos estiramientos al finalizar la sesión ayudan a la recuperación muscular y te ayudarán a encontrarte mejor al día siguiente.
>Hidratación: Después del entrenamiento, es necesario reponer la pérdida de glucógeno muscular a través de alimentos ricos en hidratos de carbono. De igual forma, cuidar la hidratación antes, durante y después del ejercicio físico nos beneficiará de cara a una óptima recuperación muscular, evitando así calambre y lesiones.